A la hora de realizar limpiezas, ya sean generales o especiales, es fundamental avalar la higiene y la protección de los técnicos que van a realizar el trabajo, especialmente en entornos potencialmente contaminados con Covid-19. En este artículo, te contamos en qué consiste el equipo de protección individual de los técnicos de Geindepo.

¿Cómo debe ampararse un trabajador de pulcritud?

Teniendo en cuenta una correcta prevención de riesgos laborales, las medidas de protección de riesgos e higiene de un trabajador del sector pulcritud son, en su mayoría, medidas de barrera, es proponer, encaminadas a proteger el cuerpo del trabajador frente a agentes externos potencialmente agresivos, como son los productos de pulcritud industriales. Batas desechables, calzas o guantes son nociones fundamentales.

Encima, especialmente en entornos asépticos o especialmente problemáticos, como residencias de mayores, centros sanitarios o espacios alimentarios, es necesario implementar medidas de higiene, como guantes y gorros desechables, que impidan que el propio trabajador pueda “contaminar” el espacio sobre el que está realizando la intervención.

 

Batas monouso colgadas de perchas

¿Qué nociones forman la equipación de un trabajador de pulcritud?

A la hora de realizar una pulcritud, ya sea una pulcritud distinto (traumática, post incendio, posteriormente de una obra o reforma) o una pulcritud básica periódica, en una vivienda u oficina, todos nuestros trabajadores cuentan con una equipación básica que consta de los siguientes nociones:

  • Sobretodo monouso: cumple la doble función de proteger la ropa del trabajador, tanto de los productos de pulcritud que utilice como de la suciedad del espacio, y encima, despersonalizar la imagen de los técnicos que forman el equipo.
  • Quevedos de protección: en entornos contaminados o si se utilizan productos tóxicos o especialmente fuertes que puedan emitir vapores irritantes.
  • Guantes: imprescindibles para proteger la piel de las constantes agresiones de los productos químicos que se utilizan en pulcritud.
  • Montera de un solo uso: tiene que ver más con la higiene que con la protección del trabajador. Evita que el pelo caiga sobre la cara al mismo tiempo que impide que el espacio intervenido pueda estar contaminado con cabellos del trabajador, especialmente importante en entornos asépticos.
  • Calzas: sobre los zapatos, impiden que el espacio honrado se contamine con la suciedad del foráneo, encima de proteger el calzado de posibles salpicaduras y de la suciedad del espacio.
  • Mascarilla monouso: fundamental para proteger y ampararse del Covid-19, ya se usaba ayer de la pandemia para ampararse de posibles vapores tóxicos en el caso de productos de pulcritud especialmente fuertes

¿Por qué los EPIs de pulcritud son de un solo uso?

En el sector de la pulcritud, al igual que en otros, como la viandas, es habitual que los equipos de protección e higiene de los trabajadores sean monouso, por un doble motivo:

  • Higiene: las prendas monouso se abren inmediatamente ayer de utilizarlas, lo que asegura que están completamente limpias e higienizadas.
  • Seguridad: los entornos en extremo contaminados y los productos tóxicos que se usan para higienizarlos pueden ser corrosivos y estropear los tejidos de las prendas barrera. Desechándolas posteriormente de cada uso, nos aseguramos de que el trabajador pueda disponer de prendas en valentísimo estado ayer de cada intervención.

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